¿Quién soy?
Tras varios intentos fallidos de empezar esta presentación usando un método original, voy a optar por usar la forma clásica y mencionar que mi nombre es Kelpy y que soy una estudiante independizada de veintiún años.
Desde que me fui de casa hace cuatro años, inicié la búsqueda de esas inquietudes e intereses personales por los que pregunta el enunciado, teniendo siempre algo claro, que es mi disposición a perseguir aquello que dicta el corazón. Estoy de acuerdo en que suena a frase de película romántica. Sin embargo, una vez se pone en práctica, se convierte en un estilo de vida.
Por seguir mis verdaderas pasiones, sigo logrando sobrevivir a ser trabajadora y estudiante al mismo tiempo, ya que a pesar de las complejidades, siempre me acompaña la fortuna de poder elegir, académicamente hablando, qué quiero estudiar.
Comencé cursando un Grado Medio de Comercio y Marketing, seguido de un Grado Superior de Desarrollo Web que me impulsó a embarcarme en la aventura de realizar una carrera de Multimedia y enfocar mi atención en aquello que siempre ha activado el motor de mi creatividad: la creación de contenido digital, tanto a nivel personal como profesional, desde iniciar mi propio canal de YouTube hasta aprender programación para diseñar y desarrollar experiencias web.
Por ahora cuento con la inmensa suerte de poder estudiar aquello que me gusta más, pero, cuando se trata de pagar las facturas, seguir al corazón no siempre trae consigo dinero a casa. Aunque cada vez mi búsqueda de empleo ha ido filtrándose para encontrar puestos de trabajo que puedan ser más compatibles con mis habilidades, es cierto que aún sigo sin estar en un oficio afín, una vez más, a aquello que me apasiona.
Espero, a raíz de la adquisición de nuevos conocimientos en esta carrera y a medida que vaya forjando una ‘Kelpy Especializada en Multimedia’, formar parte de una empresa del sector Multimedia o incluso fundar mi propia empresa.
Mis conocimientos en el sector están más enfocados en la parte de desarrollo web, pues mis últimos estudios me dieron la posibilidad de ir a Polonia a hacer unas prácticas en una empresa dedicada a las soluciones digitales para negocios. Entre sus servicios se incluían branding, diseño web y contenido multimedia para las redes sociales, pero en mi caso solo formé parte del equipo de desarrollo web. Esta experiencia me permitió aprender sobre las dinámicas de trabajo en equipo haciendo uso de metodologías ágiles y formando parte de un grupo internacional.
Considero que esta profesión aporta, principalmente, confianza sobre el cliente. Es reconfortante dejar un proyecto en manos de un equipo que va a hacerlo realidad tanto de forma técnica como estética, optimizando todos los detalles y asegurándose de que perdure en el tiempo.
A través de esta profesión podemos arrojar nuestra creatividad sobre los procesos cotidianos. Se puede restar seriedad a la profesionalidad y demostrar que no es necesario ser extremadamente formal para cumplir con todas las expectativas definidas. Personalmente lo percibo como la oportunidad perfecta para usar ese lado creativo que siempre aplico en mi día a día y que considero una de mis mayores cualidades, ayudando a las personas que no han vivido haciendo uso de él, rodeándome de un equipo que también acostumbra a regirse por esta visión artística del mundo y yéndome a dormir con la sensación, al final del día, de estar dibujando mi futuro.